Contar historias tiene su complejidad, aquí te la vamos a ir deconstruyendo.

Todo emprendimiento tiene una historia: una anterior, que se puede contar desde que el negocio fue una idea; o una por venir, que se cuenta a partir de que esa idea ve la luz y empieza a ser conocida por la gente.

Aprovechar creativamente esta fuente de experiencias es lo que se conoce como Storytelling, que no es más que eso, una técnica de marketing que se basa en contar historias para llegar a la sensibilidad del usuario y así agregar valor a una marca o producto determinado.

En nuestro equipo existe un personaje que dice como una sentencia, “Nada es tan fácil como parece”, y tiene razón, el contar historias tiene su complejidad que la vamos a ir deconstruyendo a través de este artículo. Acompáñanos.

¿Qué se puede contar?

Una pregunta para cualquier inicio, y la respuesta es sencilla, se puede contar todo, mientras más se sepa de la marca mejor, lo importante es saber usar los recursos para que lo que se relate sea atractivo y genere el interés de los espectadores.

Para lograr ese objetivo es necesario identificar los componentes de una historia:

  • Mensaje: Es la idea que se quiere compartir, y debe funcionar tanto en forma como en fondo, es decir, que esta idea sea tan fuerte que pueda cambiar la vida del usuario, o intentarlo, y también debe ser presentada de forma que sea amigable, ligera y emocionante.
  • Ambiente: Es el escenario en el que se va desarrollando la historia.
  • Personaje: El protagonista, quien vive la historia.
  • Conflicto: El giro que hace entender la problemática que el producto o marca soluciona.

¿Toda historia es una narración?

El término “historia” puede confundir, pareciera que el storyteeling es armar un cuento con palabras, que sí, se puede hacer, pero no es tan solo eso.

Una historia se puede narrar a través de una imagen, una cadena de fotografías, un video, y en si con todos los recursos audiovisuales que se tienen.

Conexión emocional

Lo que se quiere lograr con el storyteeling es un acercamiento del usuario con la marca, que haga sentir sus valores y crear fidelidad, así que hay que buscar las formas más creativas para lograrlo.

Así, las fuentes de inspiración para crear la historia pueden ser varias, por ejemplo, referencias históricas si es que la marca tiene ya una tradición; plantear un escenario de consumo de un producto; o los valores de marca como base de la creación.

Por otro lado, las historias pueden ser ficticias o reales, siempre y cuando no se no se engañe a los usuarios.

Esta herramienta a probado ser muy efectiva al momento de crear contenido de valor para una marca por lo que te la recomendamos y te animamos a contar la historia de tu empresa, además de sugerirte que cuentes con profesionales que te ayuden a crear los productos comunicacionales para que sea exitosa.

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